3 verdades del copywriting y cómo puedes aplicarlas a tus textos


Verdad 1 Tu cliente no quiere que hables de ti

Mi sobrino de tres años y tu cliente ideal tienen al menos una cosa en común: les gusta que el mundo gire en torno a ellos.

A ver, ya sé que no es solo cosa de mi sobrino, y que la etapa del “yo yo yo yo yo” la pasan todos los infantes. Pero no te creas que desaparece cuando crecemos, ¿eh? De mayores también nos gusta que nos hagan casito. Nos gusta hablar de nosotros. Nos gusta que nos escuchen. Y sobre todo, nos gusta que nos entiendan.

Así que para ganarte los corazones de tus clientes, olvídate de hablar ti, de quién eres o de lo que haces. No eres tan importante para tus clientes. No al menos para la mayoría. Si quieres metértelos en el bolsillo no les hables de ti, háblales de ellos.

Y sí, obvio que en algún momento deberás hablar de ti. Tendrás que mostrarte y hablar de tu expertise. Porque conocer la cara y la historia de quién está detrás de un proyecto es lo que genera confianza. Pero esto no deberías hacerlo más del 20% del tiempo.

Volviendo a lo mucho que se parece tu cliente a un niño de 3 años... Piénsalo así: un niño de 3 años no quiere que le cuentes lo bien que se te da la cocina, lo mucho que has aprendido en esa prestigiosa escuela, ni los años que llevas perfeccionando tu técnica. Lo único que le interesa a un niño de 3 años es saber si cuando él tenga hambre, tú vas a ser capaz de ponerle un plato de espaguetis sobre la mesa. Querrá saber si le puedes solucionar ese problema.

Consejo ✍

Cuéntale a tu cliente cómo mejoras su vida. Explícale en qué tipo de persona se convertirá si usa tu producto o contrata tu servicio.

Cuando vayas a escribir tu próximo contenido de marca, pregúntate: ¿Esto habla solo de mí y de mi producto/servicio o también habla de mi cliente? ¿Cómo puedo hacer para que esto hable de mi cliente?

Recuerda, también puedes hablar de ti, pero si lo haces, mejor si lo haces en el contexto de cómo tú ayudas a tu cliente.

Foto de tu cliente satisfecho

Verdad 2 Si tienes que explicarlo, es que está mal escrito

El copywriting es como los chistes: si tienes que explicarlos es que los has contado mal. Vale sí, hay veces que lo que ocurre es que el chiste es muy malo. Pero cuando el chiste es bueno, ¿a que jode tener que explicarlo? Pues imagínate creer que tu página web es buena, que tu oferta es la leche, que tu mail va a causar sensación... pero darte cuenta de que tu mensaje no se entiende, no llega, o no cala. Eso sí que es grave y no lo del chiste.

Igual has oído eso de que “tu oferta tiene que ser tan clara que pueda entenderla un niño de 4 años” o que “tu texto debería poder entenderlo hasta una abuela”. Pues no. No creo que eso tenga que ser así. A no ser claro, que el perfil de tu cliente ideal sea el de un niño de 4 años o el de una abuela.

Tu texto lo tiene que entender tu tipo de cliente ideal. Punto. Y lo mejor que puedes hacer para asegurarte de que tu texto lo entiende tu cliente ideal, es hacer la prueba y dárselo a leer… a tu cliente ideal. Así de simple, así de difícil.

¿El texto se entiende a la primera? Perfecto. ¿Genera algún tipo de duda? Repite. ¿Suscita nuevas preguntas? Retoca. Agrega. Quita. Pon. Haz algo. Pero si no se entiende, no lo publiques, no lo envíes, y sobre todo, ¡no lo metas en una campaña de marketing!

No te digo que hagas esto con cada publicación en redes. Pero sí con las cosas importantes como son una web, un email de lanzamiento de tu producto/servicio, o el post donde anuncias lo que llevas preparando un año. Ese tipo de cosas, vaya.

Consejo ✍

Pónselo fácil a tu cliente. Si tienes que elegir entre escribir de forma creativa u original, y escribir de una forma clara y sencilla. Elige la claridad y la sencillez SIEMPRE.

Pregúntate: ¿Cuáles son las preguntas que me hacen siempre? ¿Puedo evitar que me hagan estas preguntas aclarándolo por adelantado? ¿Puedo añadir unas FAQ? ¿Puedo aclarar eso en mi perfil? ¿Puedo añadir una sección destacada en Stories?

Nadie debe quedar con más de dos preguntas después de leerte.

Foto de tu cliente cuando ha leído tu web y le ha quedado todo claro

Verdad 3 Tu cliente necesita que le digas lo que tiene que hacer

La gente necesita que le digan qué hacer. Y cuando digo la gente, no estoy hablando otra vez de mi sobrino de 3 años. Te aseguro que una persona de 43 años también necesita que le digas qué tiene que hacer. Al menos en el mundo online.

Aunque haya desempeñado en la última década diversos trabajos en marketing y atención al cliente, la verdad es que la gente todavía no deja de sorprenderme... para mal. Una piensa que está todo claro, que las cosas son obvias, que alguien va a leer esto y entonces va a hacer aquello. Que si la frase tiene un color diferente y está subrayada, se va a notar que es un enlace... Pero no. Hay cosas que para ti están muy claras, pero para el resto de la humanidad no. Por eso, cuando quieras que alguien haga algo, vas a tener que pedírselo de la manera más clara posible.

Si aún no lo has hecho, debes familiarizarte ya con el concepto CTA. Esto es en inglés “Call to Action”, y en español “Llamada a la Acción”. Es la frase del texto que nos lleva a tomar "cierta" acción. La que la persona que escribió el texto quiere que tomemos, claro.

En una web, los CTA son los botones toda la vida. Pero también son más que eso. Hoy en día tenemos CTA por todas partes: al final del blogpost que lees, en los pie de foto de Instagram, en las publicaciones de LinkedIn, al final de muchos de los emails que te llegan, o en los anuncios que te salen, porque sino, vaya caca de anuncios serían, ¿no?

Consejo ✍

Aprovecha el final de tu publicación para decirle a la gente qué hacer. Por ejemplo: “Guarda este post para ver más tarde”, “Envíale esto a alguien que necesite saberlo”, “Escríbeme si necesitas ayuda con esto”, “Solicita un presupuesto ahora”, “Dime cuál de estos consejos resuena más contigo”.

Lo más importante: perder la vergüenza. Si quieres que alguien compre tu libro vas a tener que decir algo tan directo como “Compra mi libro”.

Cuando hayas terminado de escribir tu próximo contenido de marca, pregúntate: ¿Qué acción específica me gustaría que tomara mi cliente a continuación?

Foto de tu cliente de 43 años obedeciéndote aún ni cuando está 100% está convencido


Y como no hay mejor manera que liderar con el ejemplo, aquí va mi propio CTA:

¿Te ha sabido a poco?

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